En la era de la movilidad eléctrica, la descarbonización se convertirá en una ventaja competitiva. ¿Cómo reduce Audi su huella de CO₂ y por qué constituye esto la base para la viabilidad de la empresa? Una mirada a la nueva estrategia "Audi coherente".
El cambio climático tal vez sea el mayor reto para la humanidad en el siglo XXI. Audi no rehúye su responsabilidad, y quiere pasar de ser parte del problema a parte de la solución. Esta visión requiere un objetivo claro, determinación y unidad en la empresa. De este modo, Audi se adhiere expresamente a los objetivos del Acuerdo de París sobre cambio climático.
La concienciación medioambiental ha crecido mucho no solo en la sociedad y en la política, sino también, cada vez más, en el mercado de capitales. "La bolsa nos dice dónde está el futuro", asegura el gestor de fondos orientado a valores y CEO de Globalance Bank Reto Ringger en conversación con el CEO de Audi Bram Schot. "Las acciones se venden porque los inversores creen que las empresas se interesarán por los nuevos retos económicos, sociales y ecológicos, y adaptarán rápidamente su modelo de negocio". Si hasta hace pocos años la facturación y el EBIT eran la medida de todas las cosas en la bolsa, el panorama hoy es más diverso. Esto se refleja en la creciente relevancia a nivel mundial de los factores medioambientales, sociales y de gobierno corporativo, conocidos como "Environment, Social, Governance", o ESG, en las decisiones de inversión.
Se entiende por ESG la actuación responsable con un impacto positivo sobre el medio ambiente y la sociedad. Según la revista Forbes, se estima que ya se han realizado inversiones por valor de 20.000 millones de dólares en productos de inversión que responden a los criterios de ESG y la tendencia es claramente ascendente. Con la huella de CO₂ como índice de referencia, la sostenibilidad se hace medible y evaluable para las empresas. Por su parte, Audi reduce su huella de CO₂ de manera coherente para garantizar su competitividad pero también, sobre todo, para cumplir con su responsabilidad social.
La visión: neutralidad de CO₂* en el ADN de Audi
Audi tiene en cuenta todo el ciclo de creación de valor de sus modelos, desde la cadena de suministro y la producción, pasando por la fase de utilización, hasta el reciclaje. De aquí al año 2050, a más tardar, Audi debería ser neutra en emisiones de CO₂*.
Desde una perspectiva actual, la movilidad eléctrica es una clave importante para conseguir una movilidad limpia y climáticamente neutra. El Audi e-tron marcó el comienzo de la ofensiva de electrificación en la marca de los cuatro anillos. Y a lo largo del 2020, Audi presentará doce modelos eléctricos: cinco completamente eléctricos y siete híbridos enchufables. Todo enfocado hacia una fecha objetivo: 2025, año en el que Audi dispondrá de 30 modelos electrificados.
Audi se beneficia así de la experiencia del desarrollo del Audi e-tron. Ya con el Audi e-tron Sportback, Audi escalará la producción, aumentando así la eficiencia.
En 2022
modelos eléctricos
En 2025
modelos eléctricos
2025
%
cuota de ventas de modelos eléctricos
La ofensiva de electrificación supone toda una hazaña financiera, pues los costes de producción de los vehículos eléctricos y electrificados son (todavía) relativamente elevados debido al alto precio de las baterías. Sin embargo, ha quedado demostrado que la concentración hacia la movilidad eléctrica resulta rentable, pues el límite de emisión de dióxido de carbono por automóvil está limitada a 95 gramos por kilómetro. Los fabricantes que exceden este límite deben pagar 95 euros por cada gramo en que se sobrepase este valor para cada automóvil. Así pues, el CO₂ tiene un coste económico directo. Y para Audi, eso significa que el CO₂ se tiene en cuenta cada vez más en los cálculos de producción, por lo que es un factor activo en los costes. Esto tiene un efecto negativo en el margen de producto de los automóviles con motor de combustión y positivo en los automóviles eléctricos de bajas emisiones. Con este tipo de control se crean los estímulos adecuados a nivel interno para desarrollar vehículos más respetuosos con el medio ambiente.
La fábrica de Audi en Bruselas es el primer centro de trabajo de la marca de los cuatro anillos con neutralidad de CO₂* certificada, erigiéndose en pionera interna de la empresa en la descarbonización de la producción: Audi apostó por la electricidad limpia ya en 2012. Actualmente el 95% de la energía consumida procede de fuentes renovables. Y las emisiones que no se pueden evitar, el centro de Audi en Bruselas las compensa con los llamados proyectos de crédito de carbono.
Lo que en Bruselas ya es una realidad, de aquí a mediados de la próxima década lo será también para todas las demás fábricas del grupo Audi. Por ejemplo, la planta de la ciudad húngara de Győr también es ya neutra en emisiones de CO₂*.
Menos CO₂, más movilidad sostenible