Ya acumulan bastantes logros en el rally de competición, tanto en equipo como a nivel individual. ¿Por qué siguen participando en este calvario año tras año?
Stéphane Peterhansel: Creo que el Dakar ha sido y es mi competición. Y así seguirá siendo. Por un lado, porque me encantan las carreras de automovilismo y la batalla interminable contra las dunas, las rocas, la arena y el polvo. Y, por supuesto, la carrera contrarreloj y contra el resto de competidores. Por otro lado, también me encantan encanta la naturaleza y los magníficos paisajes. Las carreras en medio del desierto son extraordinarias. He tenido la suerte de estar allí cuando el Dakar tenía lugar todavía en África. Después de eso, competí diez veces en Sudamérica. Ahora lo hacemos en Arabia Saudí. Simplemente no me canso del rally.
Edouard Boulanger: Conocemos lugares que probablemente nunca llegaríamos a ver sin el Dakar. Están tan lejos que incluso visitarlos como turista es bastante difícil. Y, por supuesto, el Dakar sigue siendo una verdadera aventura.
¿Hasta qué punto pueden podéis disfrutar con todas estas tareas, la concentración y la tensión?
Edouard Boulanger: Tenemos que fijarnos bien en el paisaje, por ejemplo, para poder identificar los puntos de referencia que nos permiten orientarnos, y saber si girar a la derecha o a la izquierda. Por supuesto, solo tenemos una idea aproximada del entorno, pero entre las diferentes etapas viajamos con un vehículo normal, y es entonces cuando realmente nos sumergimos en el paisaje.
Stéphane Peterhansel: Creo que hay que llevar la motivación correcta. Y, gracias al próximo reto que vamos a afrontar con Audi, estamos más motivados que nunca. Competimos en nuestro rally favorito, recorriendo paisajes impresionantes con una tecnología fantástica. ¿Qué más se puede pedir como piloto de carreras?