En los vehículos eléctricos como el Audi RS e-tron GT, contar con el paquete completo favorece los valores de aerodinámica (debido a los bajos cerrados). Sin embargo, los 31 empleados del departamento de Desarrollo de vehículos aerodinámicos que lidera Moni Islam cada vez se enfrentan a más retos. "Con cada milésima parte de mejora en el valor del coeficiente de arrastre, elevamos el potencial de autonomía", explica Moni Islam.
Los expertos en aerodinámica identifican los potenciales del vehículo con los resultados de las simulaciones, que representan la sensibilidad: Si se cambia la geometría ligeramente en el punto X, ¿cuánto influye en el flujo de aire? Después comienza lo que Moni Islam describe así: "La aerodinámica también conlleva un meticuloso trabajo de investigación, porque el aire no se ve. Hay que intentar aislar el problema mediante un enfoque analítico basado en los valores dados por la plataforma del túnel aerodinámico".
Con este fin, los ingenieros también trabajan con diferentes piezas complementarias en el proceso de creación rápida de prototipos. Primero, se crean los diseños CAD para definir la geometría de los componentes, por ejemplo, una entrada de aire en el faldón delantero. A continuación, los compañeros de gestión de modelos convierten las variantes deseadas, que pueden ser tres, cuatro o cinco, en un componente de prueba mediante esta tecnología avanzada. Posteriormente, las distintas variantes de los componentes del modelo se prueban en secuencia. Así, las mediciones reflejan los valores de arrastre y elevación. Estos resultados también se comparan con las simulaciones de CFD de la misma configuración exacta para conseguir resultados de simulación reproducibles.