El poder de un mensaje suele estar en los detalles

Señor Muntada, ¿cómo se convirtió en un diseñador tan notable?
Por un lado, toda mi familia se ha dedicado desde siempre al diseño y el arte: mi abuela era pianista de conciertos, mi padre era arquitecto... Así que crecí en un entorno que ya dejaba entrever cómo iba a ser mi trayectoria vital. Siempre he estado rodeado de objetos increíbles y, a menudo, he sido testigo de cómo se creaban cosas nuevas que parecían haber salido de la nada, haciendo unos pocos trazos en una hoja de papel en blanco.
Por otro lado, mis estudios también influyeron: Diseño de vehículos en el Reino Unido. Al principio, sabía tan poco inglés que casi no entendía nada en las clases. Me acuerdo de que, cuando terminó mi primera sesión informativa sobre un proyecto, todo el mundo se levantó y se marchó. Yo fui el único que se quedó sentado, tratando de buscarle el sentido a la tarea. Finalmente lo entendí: había que diseñar un teléfono. Lo que no sabía era a dónde se había ido todo el mundo. El profesor me lo dijo: a la biblioteca, investigando. Buena idea, pensé, e hice lo mismo. Por supuesto, no quedaba ni un solo libro sobre teléfonos. Quizá estaban todos prestados porque yo había llegado tarde. Aun así, la biblioteca era fantástica, ¡realmente podías perderte en ella! Devoré un libro tras otro, salté de un tema a otro: naturaleza, arquitectura, aviación... Y así me pasé algunas semanas. Hasta que de pronto un día me acordé: ¡el teléfono! Y me puse manos a la obra.
El día de la presentación, todo el mundo había hecho teléfonos que parecían teléfonos, pero yo no. Me preguntaron entusiasmados: "¿De dónde has sacado estas ideas? ¡Tu diseño no se parece a nada que hayamos visto antes!". En ese momento, lo tuve totalmente claro: si tienes la misma perspectiva que los demás, al final lo acabas haciendo como los demás. Para el futuro, me propuse buscar nuevas formas de ver las cosas siempre que fuera posible. Actualmente todavía intento hacerlo. Ese es el tipo de diseñador que quiero ser.

¿Cómo se expresa esta filosofía en su trabajo en Audi?
Lo que hace especial la forma de diseñar en Audi es que buscamos lo que necesitamos o lo que nos entusiasma, y no nos conformamos con lo que ya existe. Si la tecnología que queremos utilizar no está lista para implantarla en los vehículos, es porque hay que seguir desarrollándola. Así fue como conseguimos llegar a trabajar con LED, con tecnología láser, con OLED o con proyecciones basadas en el mismo principio que los proyectores. No nos limitamos al estado actual de las cosas, sino que pensamos en cómo avanzar.

Con todo, la tecnología es ahora más emocionante que nunca, ¿no cree?
Sí, es cierto. La tecnología de la iluminación se ha desarrollado muy rápidamente en los últimos años. De unas tecnologías muy simples que no nos permitían diseñar formas complejas, hemos pasado a una enorme libertad creativa, y todo gracias a la evolución de la electrónica. Esto significa que ahora podemos diseñar objetos que se integran perfectamente en el resto del diseño del vehículo. Cada coche transmite un mensaje y nosotros somos parte de él, lo destacamos. Esta libertad, todas estas posibilidades, las trajeron los LED. Por fin teníamos unas luces que nos permitían colocarlas con el trazo o la forma que queríamos.

¿Cuál es la línea de diseño que caracteriza todos los proyectos de iluminación en Audi?
La línea de diseño de cada Audi es diferente, como es lógico. Sin embargo, lo que une a todos los modelos es su diseño extremadamente deportivo, aunque nunca confuso ni desordenado. Queremos transmitir claridad y calma, tanto si se mira el coche desde lejos como si se observa en detalle.

Especialmente cuando se ve de lejos, a algunos la luz LED todavía les parece demasiado fría. ¿Qué piensa usted al respecto?
Los LED se pueden adaptar a casi cualquier situación cambiando su color o la temperatura de la luz y, por supuesto, también su intensidad. El problema surge cuando se utilizan de forma inadecuada. Si emiten demasiada intensidad lumínica donde no es necesaria, es entonces cuando molestan o causan nerviosismo, y obviamente eso es lo que queremos evitar. Por ello, hemos desarrollado una matriz, por ejemplo, en la que el haz de la luz de carretera se apaga automáticamente cuando se aproxima un vehículo en dirección contraria.

En realidad, la temperatura habitual de un LED no es artificial o fría, sino que es similar a la de la luz del día. El problema es que la temperatura de la luz del día nos resulta poco familiar cuando conducimos por la noche. Tendemos a asociar la luz nocturna a colores cálidos.

Aparte de las posibilidades de la tecnología LED, ¿qué tendencias observa en materia de iluminación?
Lo que me resulta particularmente emocionante es que está emergiendo una semántica del movimiento completamente nueva. ¿Recuerda los ecualizadores? ¿Esas máquinas antiguas con las que se podía observar el sonido a través del movimiento de una luz? Pues bien, no solo vemos el sonido, sino también el silencio, es decir, hay impulsos electrónicos que no producen sonido, pero su función sigue siendo visible para el observador mediante señales luminosas.

Actualmente, ¿de dónde saca la inspiración?
La naturaleza ha creado un sinfín de cosas maravillosas, y todas se basan en mayor o en menor medida en la luz. Por ejemplo, cuando cae la noche y las estrellas comienzan a brillar en la oscuridad, la luz que emiten envía mensajes desde el pasado. Este simple hecho me inspira en ocasiones a pensar en nuevos mensajes para el futuro. Por no hablar de los libros, a día de hoy todavía me pierdo en ellos. A veces leo muy lentamente para comprender exactamente por qué se escogió una palabra y no otra. El poder de un mensaje suele estar en los detalles.

Pero lo que más me gusta, hoy por hoy, es la inspiración que me llega cuando hablo con mi equipo. Soy de Barcelona y me gusta mantener la cultura de comer todos juntos. Hablamos de todos los temas posibles: todos queremos cambiar el mundo, la conversación salta de un tema a otro y, en algún momento, casi siempre llegamos a un punto en el que decimos: ¿podemos probarlo? Sí, por supuesto, ¿por qué no? Estoy rodeado de muchas personas innovadoras y de mentalidad positiva. Solo dejamos algo tal y como está cuando sabemos que no podemos mejorarlo.